01 febrero 2009

Mario y apuntes sobre El sueño del celta

Mario Vargas Llosa dijo que al empezar una obra de ficción desconoce la historia que quiere contar y que sólo sabe que tiene "una inquietud, un desasosiego respecto de un personaje o una situación" , publicó hoy el diario peruano "El Comercio".
En una entrevista al rotativo, Vargas Llosa confesó que esta ansiedad, que no le ocurre de manera premeditada, lo lleva a tomar "pequeñas" notas, esquelas y trayectorias "sin estar seguro" de qué va a escribir.
"Hasta que de pronto todo eso empieza a ponerse en marcha y empiezo a escribir, pero sin saber al principio a dónde voy. Al inicio siempre voy a tientas. Con algunos libros me ha pasado que he trabajado uno o dos años sin tener claro cuál iba a ser la historia final" , acotó.
Vargas Llosa -quien actualmente trabaja en su nueva novela, provisionalmente titulada "El sueño del celta" - explicó que esta primera parte del proceso creativo también le produce "una gran excitación" porque después empieza a sentirse llevado por la historia, sus fuerzas y su propia dinámica.
"Para mí es la parte más emocionante porque tienes la sensación de haber producido un simulacro de vida. Y lo has conseguido utilizando palabras, excluyendo otras, organizando el tiempo, los puntos de vista, ocultando ciertas cosas, o más bien distrayendo al lector para poder hacer que pasen ciertas cosas que normalmente el lector rechazaría" , dijo.
El autor de "La fiesta del chivo" aseguró que la satisfacción de un escritor es secreta: "Creo que en la soledad en que te sumerges para crear pasas por momentos muy difíciles, pero al mismo tiempo son de una sorpresa, de una satisfacción íntima que no se compara a ningún tipo de conocimiento".
Vargas Llosa manifestó también al diario El Comercio que todos los escritores piensan en un lector y se desdoblan para intentar prever su reacción frente a su texto.Pero esta actitud no se debe a "razones de éxito o fracaso, sino por razones de credibilidad" , puntualizó.
Vargas Llosa recalcó que nadie puede anticiparse la reacción del público frente a los libros. Esta situación permite a los escritores tener "una libertad extraordinaria a la hora de escribir, si no, los escritores serían corrompidos y sólo harían 'best sellers'" , agregó.
El galardonado con el Premio Cervantes (1994) , entre otros, aseguró que sus obras de ficción no pretenden dar un mensaje, porque cuando se escribe en este campo se intenta "trascender la actualidad" , y explicó que si él quiere defender algo muy específico escribe un ensayo o un artículo.

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