31 octubre 2008

David Lozano en el Centro Cultural de España

Con motivo de la visita al Perú del escritor español David Lozano Garbala, el Centro Cultural de España y Ediciones SM, dentro del ciclo literario Semana de Autor, convocan a un taller de dos días sobre “escritura creativa” y a una interesante conferencia sobre el tema de: “La literatura inquietante: narrativa de misterio y terror”.
David Lozano (Zaragoza, España, 1974) ha publicado cuatro novelas en el género fantástico. La tercera de ellas, Donde surgen las sombras, resultó ganadora del Premio de Literatura Juvenil Gran Angular, otorgado anualmente por la Fundación SM, y dotado de 100,000 Euros.
La visita de David Lozano al Perú tiene la finalidad de dar a conocer el primer volumen de su trilogía La puerta oscura, titulado “El Viajero”, publicado también por Ediciones SM. Se trata de una novela en la que se cruzan los géneros policial y fantástico, alrededor de una historia de terror, donde las fronteras entre el mundo de los vivos y el de los muertos se desvanecen, y el protagonista principal se convierte en el único humano capaz de transitar por ambos mundos... único humano, pero no único ser; alguien (o algo) más cruza también, un espíritu maligno que a su vez sembrará la ciudad de muerte y terror.
El taller de “Escritura creativa” se llevará a cabo en el Centro Cultural de España los días 3 y 4 de noviembre, de 10:00 a 13:00 horas. La conferencia se impartirá en el mismo local el lunes 3 de noviembre a las 8:00 p.m. Compartirán la mesa con David Lozano los escritores peruanos José Güich y Juan Manuel Chávez.
La puerta oscura Volumen I, El Viajero, se presentará en la ciudad de Trujillo el día 29 de octubre, a las 7:00 p.m. en las instalaciones de la librería Crisol ubicada en el centro comercial Real Plaza.
En Lima, además de las actividades de la Semana de Autor en el Centro Cultural de España, David Lozano, Juan Manuel Chávez y Giancarlo Stagnaro harán la presentación del libro “El viajero” primer volumen de la trilogía La puerta oscura en la librería Crisol del óvalo Gutiérrez, en Miraflores, el martes 4 de noviembre a las 7:00 p.m.


26 octubre 2008

Puerta azul, de Percy Taira Matayoshi

Cada poema que conforma este libro está tejido con la calidez y la sensualidad que contiene esa dulce vehemencia que despierta en el ser humano la nostalgia y el amor. Ya desde el título mismo, cada verso es una puerta abierta a la musicalidad de la palabra, y nos enfrenta con un universo lleno de imágenes cálidas donde la ternura nos remite a tiempos mejores, a ese despertar ideal de la emoción del poeta: Eres el verso que nace y muere / al acabar una caricia. / Eres mi paz floreciente / cuando el poniente desaparece /cada tarde en mi pálido horizonte.
Puerta azul es un poemario sentido, una invitación a la relectura sincera de cada verso, versos que quedarán para siempre en la memoria de sus lectores.
Disponible en todas las librerías de Lima desde el martes 28 de octubre.

Poemas cotidianos, de Karina Valcárcel

Poemas cotidianos es el primer libro de la joven y brillante poeta Karina Valcárcel, quien además de estudiar comunicaciones en la UTP, dirige junto a un grupo de amigos, el fanzine Heridita. Los poemas que conforman esta primera entrega están llenos de lugares que el lector puede reconocer fácilmente pero que, seguro en la vorágine de la cotidianeidad, han pasado desapercibidos. Escritos con especial sensibilidad, cada verso se constituye en una muestra del particular universo personal de la poeta: cuéntame. ¿A qué sabe mi piel con escalofríos?... / Puedo soñar sin sentirme herida al despertar / e intentar no quererte al momento de ponerme la ropa / colorearme un mundo más feliz, pintarme "mal de rojo" los labios. / Tengo el corazón entumecido.
Editorial Casatomada inaugura su serie de poesía "Orillas" con este libro, que ha sido posible gracias a una co-edición entre esta casa editora y la Universidad Tecnológica del Perú - UTP.

Julio Cortázar, el perseguidor de lo fantástico

23 octubre 2008

Taller de cuento, noviembre 2008

Taller de Escritura Creativa – Noviembre, 2008
Desde el sábado 8 de noviembre la Editorial Casatomada reabrirá su taller de escritura creativa en el género del cuento y el relato breve, donde cada participante conocerá las técnicas narrativas necesarias para poder elaborar sus propias ficciones. El taller, que dura dos meses, está dirigido a todas aquellas personas que deseen desarrollar su talento narrativo y estimular su imaginación a través de lecturas escogidas, vídeos y crítica grupal. Cada tallerista participará en el análisis crítico de sus propios textos que, clase a clase, irá escribiendo y desarrollando. Como fin de taller se invitará a los mejores trabajos a participar como invitados en la V edición de la Cuentatón de Lima.
Dirige: Gabriel Rimachi Sialer, escritor y director de la editorial Casatomada.
Lugar: Av. 28 de julio 228 – Dpto. 31 /Jesús María, 10 vacantes.
Costo: S/100 mensuales. Incluye materiales y certificación.
Duración: 2 meses (creación & técnicas).
Inicio: Sábado 8 de noviembre de 4 a 6 p.m.
Informes e Inscripciones: 433 – 1352 / 99134 – 6071
ecasatomada@gmail.com / http://www.rcasatomada.blogspot.com/

Un imprescindible de Augusto Monterroso

Con moraleja o sin ella, muchas veces la literatura sirve para disfrazar realidades y colocar en sus letras a personas que necesitan ser comparadas con animales para ver si alguna vez, por ventura, consiguen darse cuenta de que el camino que se eligió no es el correcto. Si mal no recuerdo, esa es la diferencia entre un relato, un cuento y una fábula (me refiero a la enseñanza de un valor a través de la escritura de una ficción), a ver qué opinan ustedes, por lo pronto, siempre es bueno descubrir en la relectura el por qué uno hace de tal o cual texto, su favorito. Saludos.

La rana que quería ser una rana auténtica


Había una vez una rana que quería ser una Rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello.
Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad. Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.
Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una Rana auténtica.
Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían.
Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una Rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué buena rana, que parecía pollo.

Jennifer Koh en concierto

Hoy por la noche no pueden perderse el único concierto que brindará la estupenda violinista coreana Jennifer Koh, ganadora del premio Tchaikovski 1994. En el siguiente vídeo pueden ver el momento final de la competencia. Realmente emocionante. Hoy en el auditorio del Colegio Santa Úrsula a las 7:30 pm. Las entradas, como siempre, en teleticket de Wong y Metro. El costo, como siempre, carísimo; pero hay entradas al alcance del bolsillo de uno, no llegar tarde.

22 octubre 2008

Osawldo Reynoso en el Peruano Japonés

Para el reconocido escritor Oswaldo Reynoso, el siglo XX trajo consigo tres migraciones importantes a Lima, que se convirtieron en la base de la literatura peruana. Estas migraciones se produjeron desde diferentes provincias. La primera se dio en la década de 1920, y desde Trujillo vinieron figuras como César Vallejo y Antenor Orrego; desde Ica llegó Abraham Valdelomar y, desde Arequipa, Alberto Hidalgo y Alberto Guillén. Luego, se dio una migración intermedia, la cual trajo desde el norte a Ciro Alegría y desde el sur a José María Arguedas. La tercera oleada migratoria se dio en la década de 1950, con la cual llegaron a Lima escritores como Eleodoro Vargas Vicuña y Carlos Eduardo Zavaleta. Todos estos escritores de provincia trajeron a Lima la visión de sus respectivas provincias y, asimismo, en sus obras plasmaron la visión que tenían sobre Lima. ¿La literatura de Lima fue construida por escritores provincianos? Esta interesante pregunta será respondida por el galardonado escritor Oswaldo Reynoso en la conferencia “Migraciones literarias en el Perú”, el día jueves 23 de octubre a las 7:30 p.m., en el Auditorio Jinnai del Centro Cultural Peruano Japonés. El ingreso es completamente libre. Esta actividad es parte del Ciclo de Conferencias “Arraigos y desarraigos en el Perú: El arte de sobrevivir en la globalización”, organizado por el Centro Cultural Peruano Japonés en el marco de las citas cumbres que se realizan en Perú. Este Ciclo busca reflexionar sobre lo local, lo regional y lo global, y cómo los discursos, incluida la literatura, se adaptan o se enfrentan a estas realidades de expansiones territoriales. Oswaldo Reynoso (Arequipa, 1931) es uno de los escritores más leídos de la literatura peruana, entre sus obras más destacadas se encuentran “Los inocentes”, “En octubre no hay milagros”, “Los eunucos inmortales”, “El goce de la piel”, entre otras elogiadas obras.

15 octubre 2008

A la deriva (Un clásico de Horacio Quiroga)

El hombre pisó algo blancuzco, y en seguida sintió la mordedura en el pie. Saltó adelante, y al volverse con un juramento vio una yaracacusú que, arrollada sobre sí misma, esperaba otro ataque. El hombre echó una veloz ojeada a su pie, donde dos gotitas de sangre engrosaban dificultosamente, y sacó el machete de la cintura. La víbora vio la amenaza, y hundió más la cabeza en el centro mismo de su espiral; pero el machete cayó de lomo, dislocándole las vértebras. El hombre se bajó hasta la mordedura, quitó las gotitas de sangre, y durante un instante contempló. Un dolor agudo nacía de los dos puntitos violetas, y comenzaba a invadir todo el pie. Apresuradamente se ligó el tobillo con su pañuelo y siguió por la picada hacia su rancho. El dolor en el pie aumentaba, con sensación de tirante abultamiento, y de pronto el hombre sintió dos o tres fulgurantes puntadas que, como relámpagos, habían irradiado desde la herida hasta la mitad de la pantorrilla. Movía la pierna con dificultad; una metálica sequedad de garganta, seguida de sed quemante, le arrancó un nuevo juramento.
Llegó por fin al rancho y se echó de brazos sobre la rueda de un trapiche. Los dos puntitos violeta desaparecían ahora en la monstruosa hinchazón del pie entero. La piel parecía adelgazada y a punto de ceder, de tensa. Quiso llamar a su mujer, y la voz se quebró en un ronco arrastre de garganta reseca. La sed lo devoraba.
-¡Dorotea! -alcanzó a lanzar en un estertor-. ¡Dame caña!
Su mujer corrió con un vaso lleno, que el hombre sorbió en tres tragos. Pero no había sentido gusto alguno.
-¡Te pedí caña, no agua! -rugió de nuevo-. ¡Dame caña!
-¡Pero es caña, Paulino! -protestó la mujer, espantada.
-¡No, me diste agua! ¡Quiero caña, te digo!
La mujer corrió otra vez, volviendo con la damajuana. El hombre tragó uno tras otro dos vasos, pero no sintió nada en la garganta.
-Bueno; esto se pone feo -murmuró entonces, mirando su pie lívido y ya con lustre gangrenoso. Sobre la honda ligadura del pañuelo, la carne desbordaba como una monstruosa morcilla.
Los dolores fulgurantes se sucedían en continuos relampagueos y llegaban ahora a la ingle. La atroz sequedad de garganta que el aliento parecía caldear más, aumentaba a la par. Cuando pretendió incorporarse, un fulminante vómito lo mantuvo medio minuto con la frente apoyada en la rueda de palo.
Pero el hombre no quería morir, y descendiendo hasta la costa subió a su canoa. Sentose en la popa y comenzó a palear hasta el centro del Paraná. Allí la corriente del río, que en las inmediaciones del Iguazú corre seis millas, lo llevaría antes de cinco horas a Tacurú-Pucú.
El hombre, con sombría energía, pudo efectivamente llegar hasta el medio del río; pero allí sus manos dormidas dejaron caer la pala en la canoa, y tras un nuevo vómito -de sangre esta vez- dirigió una mirada al sol que ya trasponía el monte.
La pierna entera, hasta medio muslo, era ya un bloque deforme y durísimo que reventaba la ropa. El hombre cortó la ligadura y abrió el pantalón con su cuchillo: el bajo vientre desbordó hinchado, con grandes manchas lívidas y terriblemente doloroso. El hombre pensó que no podría jamás llegar él solo a Tacurú-Pucú, y se decidió a pedir ayuda a su compadre Alves, aunque hacía mucho tiempo que estaban disgustados.
La corriente del río se precipitaba ahora hacia la costa brasileña, y el hombre pudo fácilmente atracar. Se arrastró por la picada en cuesta arriba, pero a los veinte metros, exhausto, quedó tendido de pecho.
-¡Alves! -gritó con cuanta fuerza pudo; y prestó oído en vano.
-¡Compadre Alves! ¡No me niegue este favor! -clamó de nuevo, alzando la cabeza del suelo. En el silencio de la selva no se oyó un solo rumor. El hombre tuvo aún valor para llegar hasta su canoa, y la corriente, cogiéndola de nuevo, la llevó velozmente a la deriva.
El Paraná corre allí en el fondo de una inmensa hoya, cuyas paredes, altas de cien metros, encajonan fúnebremente el río. Desde las orillas bordeadas de negros bloques de basalto, asciende el bosque, negro también. Adelante, a los costados, detrás, la eterna muralla lúgubre, en cuyo fondo el río arremolinado se precipita en incesantes borbollones de agua fangosa. El paisaje es agresivo, y reina en él un silencio de muerte. Al atardecer, sin embargo, su belleza sombría y calma cobra una majestad única.
El sol había caído ya cuando el hombre, semitendido en el fondo de la canoa, tuvo un violento escalofrío. Y de pronto, con asombro, enderezó pesadamente la cabeza: se sentía mejor. La pierna le dolía apenas, la sed disminuía, y su pecho, libre ya, se abría en lenta inspiración.
El veneno comenzaba a irse, no había duda. Se hallaba casi bien, y aunque no tenía fuerzas para mover la mano, contaba con la caída del rocío para reponerse del todo. Calculó que antes de tres horas estaría en Tacurú-Pucú.
El bienestar avanzaba, y con él una somnolencia llena de recuerdos. No sentía ya nada ni en la pierna ni en el vientre. ¿Viviría aún su compadre Gaona en Tacurú-Pucú? Acaso viera también a su ex patrón mister Dougald, y al recibidor del obraje.
¿Llegaría pronto? El cielo, al poniente, se abría ahora en pantalla de oro, y el río se había coloreado también. Desde la costa paraguaya, ya entenebrecida, el monte dejaba caer sobre el río su frescura crepuscular, en penetrantes efluvios de azahar y miel silvestre. Una pareja de guacamayos cruzó muy alto y en silencio hacia el Paraguay.
Allá abajo, sobre el río de oro, la canoa derivaba velozmente, girando a ratos sobre sí misma ante el borbollón de un remolino. El hombre que iba en ella se sentía cada vez mejor, y pensaba entretanto en el tiempo justo que había pasado sin ver a su ex patrón Dougald. ¿Tres años? Tal vez no, no tanto. ¿Dos años y nueve meses? Acaso. ¿Ocho meses y medio? Eso sí, seguramente.
De pronto sintió que estaba helado hasta el pecho.
¿Qué sería? Y la respiración...
Al recibidor de maderas de mister Dougald, Lorenzo Cubilla, lo había conocido en Puerto Esperanza un viernes santo... ¿Viernes? Sí, o jueves...
El hombre estiró lentamente los dedos de la mano.
-Un jueves...
Y cesó de respirar.

06 octubre 2008

Encuentro fantástico en San Marcos


Continuando con su labor de difusión y promoción de la cultura la Oficina de Imagen Institucional del Centro Cultural de San Marcos – La Casona ha organizado junto con editorial Casatomada, el Conversatorio de Literatura Fantástica “Los laberintos de la ficción”. En este encuentro, que reunirá a los mejores exponentes de la narrativa peruana contemporánea, los participantes hablarán sobre el desarrollo del género fantástico en el Perú, debatiendo sobre la continuidad o posible extinción de este. Además se disertará sobre las razones que motivan a los escritores a escribir cuentos fantásticos. Las intervenciones se verán enriquecidas con las preguntas del público. Los conversatorios se realizarán el martes 7 octubre, en el Salón de Recepciones del Centro Cultural de San Marcos (Av. Nicolás de Piérola 1222. Parque Universitario), en dos mesas:

Mesa 1 / 14:30 pm a 6:00 p.m.
El arte de la ficción: por qué escribir cuentos
Carlos Rengifo, Gabriel Rimachi Sialer, Gonzalo Málaga

Mesa 2 / 6:30 p.m. a 8:00 p.m.
Los laberintos de la ficción: el cuento fantástico
José Güich, José Donayre, Julio Vega, Fernando Sarmiento, Giancarlo Stagnaro

INGRESO LIBRE