21 diciembre 2008

Conversando con Siu Kam Wen

Posteo acá la entrevista última que hiciera la revista SOMOS al escritor peruano-chino (o chino-peruano) Siu Kam Wen, quien reside actualmente en Hawai y cuya novela "La vida no es una tómbola" se presentará en el mes de febrero. Disfrútenla

19 diciembre 2008

José Güich y lo fantástico

Encontré esta entrevista que Maribel De Paz le hace a José Güich para la revista Caretas. Como siempre, Pepe no deja de sorprender con sus lúcidas respuestas. Los dejo entonces con la entrevista. No olviden que Pepe acaba de reeditar su estupendo "Los espectros nacionales" en el sello de San Marcos (Ese cuento fue antologado, además, en la antología de 2007, Nacimos para perder. Simplemente cuentos).

Poseído por la literatura fantástica, el escritor José Güich vuelve con Los Espectros Nacionales.
Los Espectros de Güich.

Obsesiones y fantasmas de variada naturaleza recorren los relatos de Los Espectros Nacionales (Editorial San Marcos, 2008), la más reciente entrega de José Güich. Allí, el autor reincide en la línea fantástica de publicaciones anteriores: Año Sabático (2000) y El Mascarón de Proa (2006), dándole la razón a Harry Beleván en aquello de que adentrarse en lo fantástico implica ingresar en la desmesura.
¿De qué espectros estamos hablando?
-De obsesiones, cuentas pendientes con un pasado que presiona al presente, de pesadillas nacionales, la Guerra del Pacífico, la imposibilidad de construir una imagen coherente de nuestra historia. Por ejemplo, el cuento “El otro monitor” plantea la posibilidad de dos mundos paralelos con dos monitores Huáscar y dos almirantes Grau que se entrecruzan. Quise relativizar no la gesta heroica, sino el hecho de que eso ocurra solo en una circunstancia.
¿Conjurar esos fantasmas en la ficción ayuda a domarlos en la realidad?
–En parte sí, y en parte nos impregnamos más de esos fantasmas. Los exorcismos son peligrosos...
Este libro está habitado de paradojas temporales.
–Quizá por mi impregnación de literatura porteña. Bioy Casares, por ejemplo, utiliza ese tópico en La Trama Celeste, un libro genial con el que sigo dialogando. Pero también me gusta el objeto inanimado que controla la vida de una persona, me gusta la idea de los otros yo, del doppelgänger, temas que están en la literatura fantástica desde Hoffmann.
Se suele hablar de la ausencia de tradición fantástica en el Perú. Y sin embargo se siguen publicando antologías, como 17 Fantásticos Cuentos Peruanos, de Casatomada.
–Felipe Buendía hizo una en los años 50, luego vino la de Harry Beleván, luego La Estirpe del Ensueño de Gonzalo Portals, a partir de la cual se aprecia que algo se ha construido. El peso del realismo urbano era tan grande que era difícil apreciar qué pasaba en líneas paralelas o, parafraseando, universos paralelos. Ahora vemos una instauración más sistemática de lo fantástico en el Perú.
¿Por qué crees que está sucediendo esto?
–Quizá por el agotamiento del realismo como estética. Pero no estoy en contra del realismo, admiro a escritores realistas netos como Vargas Llosa, que es un gran admirador de lo fantástico, fíjate. Además, lo fantástico está dando señales de que le interesan los fantasmas de los 80. Eso lo demostró la antología de Gustavo Faverón (Toda la Sangre), donde más de un cuento explora la violencia política desde la sensibilidad fantástica.
Lo fantástico no necesariamente es terror o ciencia ficción. ¿Cómo lo defines tú?
–Creo que lo fantástico parte de una desestabilización de lo real, y donde mejor calzó esta idea de que lo cotidiano no era el último refugio del hombre común fue en Argentina. Borges, Cortázar y Bioy Casares demostraron que la misma cotidianeidad oculta los componentes de lo fantástico. Hay situaciones insólitas que no se explican. Lo fantástico aprovecha esos territorios.
Por último, ¿cómo conjugas la creación con la crítica literaria en Correo? Hay quienes piensan que son incompatibles.
–Yo creo que es una manera distinta de crear y recrear. Una obra es un conjunto de signos por ser descifrados y yo alimento mi propio trabajo literario con la crítica, en el sentido de la ampliación de mundos. Ser más racional en la crítica te lleva a lo contrario en la narración. Entonces, se crea un Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Quizá Jekyll es el crítico y Hyde el literato. O al revés.
¿Un desdoblamiento de José Güich?
–Bueno, yo tengo más de un desdoblamiento...

(Entrevista de Maribel De Paz)

09 diciembre 2008

Los libros más votados por los lectores este 2008

Este es un espacio para promover todas las publicaciones literarias del 2008, y dejar que los lectores de la Agenda Peruana de Literatura puedan escoger su libro favorito.

Construiremos la lista de candidatos para cada categoría hasta el 22 de diciembre. Al día siguiente empezarán las votaciones. Una vez iniciada la votación no podrán añadirse más libros a la lista (el programa no lo permite). Apoya tu libro favorito!!!!

http://www.agendaperuana2008.blogspot.com/

07 diciembre 2008

El extranjero - Albert Camus

Recuerdo que hace muchos años descubrí esta novela de Albert Camus (Mondovi, 7 de noviembre de 1913 — Le Petit Villeblevin, Francia, 4 de enero de 1960) y quedé profundamente conmovido por la forma en que la muerte cercana hace detonar en el personaje central una serie de sucesos que lo llevan a un final inesperado. Ahora que estaba revisando mis libros viejos (los más queridos de la pequeña biblioteca que conservo) descubrí este ejemplar y quise compartirlo con los lectores de este blog. Los dejo entonces con la primera parte, como para picar el diente. Espero les guste y busquen el libro pronto.


El extranjero

Parte I


Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo: «Falleció su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias.» Pero no quiere decir nada. Quizá haya sido ayer.
El asilo de ancianos está en Marengo, a ochenta kilómetros de Argel. Tomaré el autobús a las dos y llegaré por la tarde. De esa manera podré velarla, y regresaré mañana por la noche. Pedí dos días de licencia a mi patrón y no pudo negármelos ante una excusa semejante. Pero no parecía satisfecho. Llegué a decirle: «No es culpa mía.» No me respondió. Pensé entonces que no debía haberle dicho esto. Al fin y al cabo, no tenía por qué excusarme. Más bien le correspondía a él presentarme las condolencias. Pero lo hará sin duda pasado mañana, cuando me vea de luto. Por ahora, es un poco como si mamá no estuviera muerta. Después del entierro, por el contrario, será un asunto archivado y todo habrá adquirido aspecto más oficial.


Pueden continuar leyendo aquí (aunque sería mejor comprar la novela, la experiencia es siempre diferente).