28 noviembre 2014

LOS HIJOS DEL ORDEN, LA NOVELA MÁS ESPERADA DEL AÑO

Editorial Casatomada se complace en anunciar el lanzamiento de la esperada reedición de la novela "Los hijos del orden", del escritor Luis Urteaga Cabrera. Esta novela, considerada por la crítica como la novela más violenta de la historia de la literatura peruana, fue premiada por Juan Carlos Onetti y Severo Sarduy con el Premio Primera Plana-Sudamericana (Argentina, 1968), y con el Premio José María Arguedas (Lima, 1974).
Prohibida por la dictadura argentina, satanizada por el gobierno de Velasco, censurada en España por Franco, esta edición de homenaje incluye el testimonio del autor. Una novela que no debe dejar de leerse; no solo como literatura, sino como una radiografía de la violencia, la ternura y el horror. Simplemente: la novela del año.


Nadie ha escrito en el Perú una novela tan violenta como ésta. Aquí, con una dureza cuya implacabilidad no desvirtúa la hermosa y lúcida ternura que subyace en sus páginas, Urteaga Cabrera historia la rebelión en una cárcel de menores que convergen a ese lugar de horror. A través de las confluyentes biografías de los hijos de un orden atroz, se revelan, tanto algunos rostros del país que por primera vez acceden a la literatura, cuanto la calidad extraordinaria de un autor que, de lo inédito, da un salto definitivo a la primera línea de la narrativa peruana de hoy.
—Abelardo Oquendo

Ahora, a pesar de la violencia política y delincuencial que la televisión y la prensa escrita nos arroja a la cara día tras día, con fines muchas veces bastardos, la novela de Luis Urteaga no ha perdido su capacidad de provocar angustia y horror, ni mucho menos su impecable y trágica belleza.
—Roberto Reyes Tarazona

Esta es una síntesis poco frecuente: la investigación profunda y el alto lenguaje se unen en un solo vuelo.
—Eduardo Galeano

 Urteaga Cabrera ha escrito, magistralmente, la novela más violenta jamás publicada en nuestro país.
—César Lengua

08 noviembre 2014

FALLECIÓ AURORA BERNÁRDEZ, EX ESPOSA DE JULIO CORTÁZAR


Una noticia muy triste nos llegó esta mañana: Aurora Bernárdez, ex esposa y albacea literaria de Julio Cortázar, falleció hoy a las 8:25 de la mañana en la ciudad de París. La noticia, que fue confirmada mediante un comunicado por Guillem d’Efak Fullana Ferré, director de la Agencia literaria Carmen Balcells, dejó a todos sorprendidos. “Lamentablemente confirmamos la noticia. Aurora Bernárdez ha muerto esta mañana a las 8:25h en París”, afirmó en un comunicado esta mañana en Madrid, Guillem d’Efak Fullana Ferré, director de la Agencia literaria Carmen Balcells. La traductora argentina se encontraba hospitalizada desde la semana pasada, luego que se desmayara víctima de un ataque vascular, que la dejó inconsciente. Desde entonces permaneció internada en el servicio de neurología del hospital Sainte Anne, ubicado en el distrito XIV de la capital francesa.

Aurora Bernárdez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar y una pareja de amigos, en Grecia.

Aurora Bernárdez fue una persona clave en la vida y obra de Julio Cortázar, tal vez una de las mujeres que más lo amó. Aunque era poco esquiva para las cámaras, participó junto a Carlos Fuentes, Julio Ortega y Sergio Ramírez en una mesa inolvidable dedicada al gran escritor argentino, el 19 de mayo de 2010, celebrada en Casa de las Américas en Madrid. Bernárdez es considerada por los especialistas como una de las mejores traductoras de su generación (traducía del francés, inglés e italiano), y entre sus trabajos figuran obras maestras de autores como Lawrence Durrell, Gustave Flaubert, Italo Calvino, Vladimir Nabokov, Albert Camus, Jean-Paul Sartre y William Faulkner, entre muchos otros.

Aurora Bernárdez y Julio Cortázar, en una fotografía de juventud.

Aurora Bernárdez nació en Buenos Aires, el 23 de febrero de 1920, ciudad donde estudió Letras, en la Universidad de Buenos Aires (UBA), para luego graduarse como licenciada en Literatura. Es por ese tiempo que conoce a Cortázar, gracias a su amiga, la también escritora, Inés Malinow, una tarde de 1948 en el porteño café Boston. Julio Cortázar entonces ya tenía varios escritos pero era aún un desconocido. Su relación se afianzó en 1952, cuando Bernárdez dejó Buenos Aires para instalarse en París junto a Cortázar. De aquella etapa, Bernárdez recordaría casi con gracia los primeros difíciles años: “Comíamos kilos de papas fritas, hacíamos los bifes casi clandestinamente porque en la pieza del hotel no había cocina, ni se nos autorizaba cocinar, abríamos la ventana del cuarto para que no humeara tanto”. Las dificultades económicas los llevaron a mudarse a Florencia y luego a Roma (esto lo cuenta Cortázar en la ya célebre entrevista que le hiciera Juan Soler para el programa “A fondo”), donde la vida era menos cara, para volver un año más tarde (1953) a París y casarse en el barrio de La Mairie. El matrimonio duró 14 años, y a pesar de su separación definitiva en 1964, ambos mantuvieran una relación de amistad muy fuerte, hasta la muerte del escritor, en 1984; hay que recordar que Cortázar la nombra su heredera universal y albacea de su obra completa, un gesto que dice mucho de lo felices que fueron y de la amistad que alimentaron a lo largo de los años, sobre todo porque, a la muerte de Carol Dunlop, fue Aurora Bernárdez quien se hizo cargo de Cortázar cuando este cayó gravemente enfermo de leucemia. Desde la muerte del escritor argentino, Bernárdez se dedicó a reunir su obra completa, rescatar sus artículos y ensayos, editar sus obras inéditas, reunir sus papeles y correspondencia, ordenar el “archivo Cortázar” que donó a la Junta de Galicia, entre otros. A ella le debemos las últimas entregas dedicadas al gran escritor argentino.
Descanse en paz, doña Aurora Bernárdez.