26 octubre 2009

La casa de Cartón en Barcelona

Carola Moreno apuesta por los abuelos rebeldes del «boom» latinoamericano con su nueva colección de bolsillo «Humo hacia el sur». Precursores como el chileno Juan Emar o el peruano Martín Adán asaltan el catálogo de Barataria.
Raros, incomprendidos y muchos de ellos todavía desconocidos fuera de sus países de origen. «Fueron malditos involuntarios, porque nadie entendía lo que estaban haciendo», dice la editora de Barataria, Carola Moreno. Se refiere a Juan Emar, Martín Adán o Macedonio, los grandes nombres de la vanguardia latinoamericana cuyo legado aún hoy permanece oculto.Moreno recupera esos nombres, junto a otros como el cubano Lorenzo Garcia Vega o el guatemalteco Luis de Lión, en su nueva colección en formato económico (10 euros) Humo hacia el sur. «Todavía se tiene la idea errónea de que el boom latinoamericano surgió de la nada. La idea de esta colección es dar a conocer a los precursores de esa explosión literaria, los que la propiciaron», explica.Con una docena de títulos al año, a razón de dos por bimestre, la serie Humo hacia el sur saldrá a la venta el próximo 15 de noviembre. Primero en España y luego también en Estados Unidos, a través de la gigántesca distribuidora de Chicago IPG Books, que cuenta con una importante sección de libros en español y nutre de obras en dicha lengua a las bibliotecas y universidades americanas. En poco tiempo Moreno planea extender la distribución a toda América Latina, porque es consciente de que a «pesar de ser autores imprescindibles, son poco conocidos en Latinoamérica, fuera de sus respectivos países».
La serie arranca con la novela Un año (1935), de Juan Emar -el Kafka chileno, como lo llamaba Neruda-, con prólogo de Enrique Vila Matas. Juan o Jean Emar, seudónimo de Álvaro Yáñez (1893-1964) derivado de la expresión francesa «J'en ai marre» (estoy harto), fue además pintor y defensor acérrimo de las vanguardias europeas que, como amigo íntimo de Huidobro, se encargo de difundir en su célebre poema Altazor. Al morir, Emar, dejó una novela inconclusa de más de 5.000 páginas que hoy ya es leyenda. Le sigue La casa de cartón, la primera novela del hermético poeta peruano Martín Adán, por quien Allen Ginsberg sintió devoción, con prólogo de Vicente Luis Mora. Se trata de una novela publicada en 1928, cuando el autor contaba sólo con 20 años, y que significa unos de los primeros brotes del vanguardismo europeo en tierras de ultramar: en un balneario de Barranco, y sin que se atisbe una trama argumental convencional, el autor profundiza en las reflexiones de un joven con una prosa hermética que demuestra una profunda inclinación metafísica. Y para la tercera y próxima entrega, Barataria promete los Papeles de recienvenido, de Macedonio Fernández, uno de los escritores más desconocidos pero, a la vez, más importantes en el cambio del siglo XIX al XX. Amigo en su juventud del padre de Borges, Macedonio trabajo en los campos de la poesía, el periodismo y el ensayo. Papeles de recienvenido y continuación de la nada se publicó originalmente en 1929, y es uno de los ensayos que ayudaron a cimentar su prestigio en las letras argentinas.
Texto de Matías Néspolo, tomado de El mundo

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