30 noviembre 2009

Oswaldo Reynoso entrevistado.

Siempre interesante y polémico, el escritor Oswaldo Reynoso fue entrevistado por el diario La Primera a propósito de la reedición de "El escarabajo y el hombre" dentro de la colección "Clásicos Peruanos Contemporáneos" que con esta publicación llega a su tercer tomo. Los dejo con la entrevista y no dejen de leerlo. Pueden ver la entrevista completa AQUI


UN CLÁSICO CONTEMPORÁNEO
Oswaldo Reynoso, es uno de los escritores más importantes de nuestras letras. A propósito de la reedición de su novela El escarabajo y el hombre (Editorial Casatomada, 2009), conversamos con el autor.
En 1970 apareció por primera vez una breve novela experimental que haciendo gala de una prosa deslumbrante introducía el lenguaje de la calle. Se trataba de El escarabajo y el hombre, libro de Oswaldo Reynoso. “Esta novela se presentó en el Bar Palermo, yo estaba muy dolido porque la crítica -sobre todo José Miguel Oviedo- me había lanzado muchos insultos luego de la publicación de Los inocentes y En octubre no hay milagros, así que me subí en la mesa del Palermo y dije: Yo me cago en todos los críticos literarios del Perú y sin ninguna excepción. El escarabajo y el hombre salió en una editorial pequeña de un señor Juan Varea. Se sacaron solo 1000 ejemplares. El libro no se vendió mucho y no fue muy difundido. Cuando regresé de China me di cuenta que la primera edición se había convertido en un libro de culto y que la gente la buscaba mucho. Era una edición muy bonita que tenía dibujos de Jesús Ruiz Durand. Cuando llegué, encontré que la estaban vendiendo en una feria del libro a s/.70”, nos cuenta el escritor.
El escarabajo y el hombre es una novela experimental que trabaja en tres bloques varios niveles del lenguaje”, agrega, “El primero es la conversación de un profesor y su alumno en una cantina donde este le cuenta lo que ocurrió una noche. Este bloque utiliza el lenguaje de los muchachos de la calle, lo que antes se llamaba jerga del hampa. El siguiente son prosas sobre los escarabajos donde el lenguaje es estándar pero yo le he dado un nivel poético. Y la otra historia me la contó el mimo Jorge Acuña, en el Palermo. Yo la preproduje a partir del diálogo de dos personajes: El Uno y El Otro, que son dos muchachos caminando al pie de una carretera mientras ven a un escarabajo sortear obstáculos y llevar una bolita de excremento. Finalmente, las tres historias se unen a través de los diálogos, porque el diálogo que mantiene el profesor en la cantina, es sobre la vida y la muerte, al igual que la conversación entre El Uno y El Otro. Yo quería que los tres bloques se unan en la cabeza del lector y produzcan un choque y así se pueda entender cual era el sentido de estas historias”.
¿Cómo decidió incluir el lenguaje de la calle en sus obras?, le preguntamos. “En un texto, cuando se hablaba de una pelea de muchachos la palabra más fuerte que podías encontrar era caray, cuando yo esperaba encontrar un carajo. Entonces por esta desazón con el lenguaje, yo decidí utilizar el lenguaje de los muchachos de la calle, que en un inicio era llamado “la jerga del hampa”, pero que en la actualidad es llamado español peruano popular. Jean Gennete decía que la verdadera belleza del lenguaje está en la jerga. Y yo creo que la literatura es más que nada un trabajo del lenguaje. Así que decidí incorporar el español peruano popular pero dándole un nivel literario”, confiesa el escritor.

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