07 noviembre 2008

Sauce ciego, mujer dormida: los cuentos de Murakami

Por decirlo de la forma más sencilla posible, para mí escribir novelas es un reto, escribir cuentos es un placer. Si escribir novelas es como plantar un bosque, entonces escribir cuentos se parece más a plantar un jardín”. Así comienza Haruki Murakami el prólogo de su libro “Sauce ciego, mujer dormida”. Es la primera colección de cuentos, 24 en total, todos escritos entre 1983 y 2005. Este escritor japonés, conocido por novelas como “Crónica del pájaro que da cuerda al mundo” o “Kafka en la orilla” entre otras, se revela en este libro como un maestro del cuento. La temática -hábil fusión entre oriente y occidente- es amplia, pero siempre en torno a la persona humana: sus amores y sus miedos, la necesidad de afecto, la soledad, la muerte, los deseos y los sentimientos.
Los protagonistas de sus historias se ven envueltos en sucesos enigmáticos, a veces surrealistas, que implican al lector. Nada es previsible ni lineal en la narración. Murakami describe todo con naturalidad, de manera que elementos y sucesos relacionados con cierto “realismo mágico” están perfectamente ensamblados con la vida corriente. También es importante lo que no dice y al final de cada cuento, uno podría proseguir el relato. Haruki Murakami ha dicho: “Los cuentos son como postes que indican el camino para llegar a mi corazón, y me siento feliz, como escritor, de poder compartir estos sentimientos íntimos con mis lectores
En la “La tía pobre” despliega todo su ingenio: trata de un hombre que tiene que cargar con una tía pobre a la espalda: el fardo queda a la libre interpretación del lector. Su humor es amable, con cierto tinte nostálgico. Siempre pegado a la realidad más inmediata del hombre y reflejando -a través de una mirada suave pero crítica- las contradicciones de la sociedad actual. Aunque son autores muy diferentes, en algunos momentos puede recordar a algunos relatos de Edgar Allan Poe, sobre todo en lo sorprendente de sus historias y del modo de resolverlas.
Tiene gran habilidad para sumergirse en situaciones complejas, a veces drámaticas, siempre relatadas con belleza manifiesta y cierta carga emotiva. Poco a poco, en estos 24 relatos nos va desvelando el lado extraño ¿magico? de lo cotidiano. Los personajes, muchos de ellos en primera persona parecen esculpidos, todos ellos con una personalidad envolvente, que en pocas páginas han conseguido inquietarte y da la sensación de que son amigos de la infancia.
La naturaleza (geografía, animales) participa también de esa visión curiosa de la existencia, insertada en la vida de los hombres. El mar está presente en muchos de los cuentos de Murakami y parece que encierra un significado simbólico.
Termino con un párrafo del cuento titulado “El hombre de hielo” que relata una singular historia de amor: “El futuro no lo conozco -me dijo el hombre de hielo con semblante inespresivo. Y sacudió la cabeza despacio. El futuro no me interesa lo más mínimo. A decir verdad, en mí no cabe el concepto de futuro. Porque en el hielo no existe el futuro. Sólo contiene el pasado, y lo contiene cerrado de una manera hermética. dentro de él existe la totalidad de las cosas, nítidamente selladas como si estuvieran vivas. El hielo es capaz de conservar muchas cosas de esta forma. De una manera limpia y clara. esta es la función del hielo, su esencia
Son cuentos dificiles de clasificar y mejor no hacerlo. No son ciencia ficción aunque rozan su estilo. Su genero podría ser el de la seducción.
“Sauce ciego, mujer dormida”
Haruki Nakamuri
Editorial Tusquets, 2008,386 pag.
Tomado de literaturate.com

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